El E3 2016 de Los Ángeles, la fecha clave en el panorama de los videojuegos, dará comienzo el próximo 12 de junio con las primeras conferencias. Como cada año se esperan grandes anuncios, tanto enfocados en la ventana de lanzamientos de otoño, como en el próximo 2017, aunque en general la sensación es de E3 de transición. 2016 supone la llegada de la realidad virtual a consolas y PC en forma de dispositivos como PlayStation VR que propondrán nuevas formas de experimentar los videojuegos. Más sobre la industria del videojuego en Blogocio.net
Sin embargo, la irrupción de la realidad virtual en los videojuegos parece haber cogido con el pie cambiado a las actuales consolas, que a nivel técnico tendrán muchos problemas para ofrecer el rendimiento que estas experiencias necesitan (su bajo precio de lanzamiento pasa factura). Los jugadores de PC, que ya pueden disfrutar de Oculus Rift y HTC Vive, son conscientes desde hace meses que sus equipos requerirán de una generosa actualización si quieren subirse en condiciones al tren de la RV, y parece que los jugadores de consola correrán la misma suerte según los rumores que se suceden estos últimos meses.
La irrupción de la realidad virtual casi con toda seguridad forzará a compañías como Sony o Microsoft a "actualizar" sus actuales consolas de sobremesa, PS4 y Xbox One, con versiones superiores que incluyan componentes más potentes. Esta es una realidad que podría cristalizar en el inminente E3, donde ya pocos dudan que al menos Sony presente una PlayStation 4.5 con lanzamiento para este mismo año y que llegue de la mano de su propia experiencia de RV: PlayStation VR.
Microsoft, pese a negarlo en un primer momento, parece que también está preparando una actualización muy cercana para su Xbox One, que según fuentes del medio americano Kotaku, primero irrumpiría a finales de año con una Xbox One Slim (un modelo más fino y con mayor capacidad de almacenamiento). Los de Redmond también estarían preparando una versión mejorada de su actual consola de sobremesa, pero que llegaría en 2017, para dar soporte a su compatibilidad con Oculus Rift. De confirmarse el movimiento de Sony en este sentido, Microsoft está casi obligada a seguir sus pasos, debido a la inferioridad técnica actual de Xbox One, cuyo ancho de memoria palidece frente a PlayStation 4.
¿Supondrá la llegada al mercado de estas actualizaciones un "salto generacional" en los videojuegos? No como estábamos acostumbrados hasta el momento. De confirmarse, estaríamos ante un salto a medio camino entre una generación y la siguiente, pero siempre manteniendo la compatibilidad total con los mismos juegos. Pasados ya dos años y medio desde la llegada de Xbox One y PS4, el lanzamiento de estas revisiones coincidiría con el teórico ecuador de su vida útil, dejando obsoleta esa costumbre de los jugadores de invertir en una consola para un periodo de al menos cinco años.
Aunque todo apunta a que los sistemas actuales y las "revisiones" convivirán en el mercado, la excepción la volverá a marcar Nintendo, que sustituirá precisamente en 2017 su actual consola en el mercado, Wii U, por un nuevo concepto de juego, Nintendo NX. Los japoneses no han mencionado si apostarán con su nuevo producto por la realidad virtual, pero lo que sí parece garantizado es que para la compañía de Kioto sí será todo un salto de generación, cortando lazos con Wii U, que solo ha conseguido vender alrededor de 12 millones de consolas.
Nintendo NX no estará en el próximo E3, algo que ya ha confirmado la compañía, sin embargo habrá que estar muy atentos a las conferencias de PlayStation y Xbox, momento en el que es más que probable que se confirmen las sospechas. Habrá que estar muy atentos a la recepción de la masa mundial de jugadores hacia los nuevos sistemas, si es que llegan a presentarse, pues pese a los más de 40 millones de PS4 y 20 millones de Xbox One vendidas hasta ahora, muchas de las adquisiciones parece son demasiado recientes como apostar por una plataforma nueva tan pronto.