Este martes tiene lugar en Ginebra un encuentro entre una delegación del Gobierno de Japón y CEDAW, Comité para la Eliminación de la Discriminación contra la Mujer, dependiente de la ONU. El motivo de la reunión es revisar la implementación que está haciendo el país asiático de los acuerdos de la convención para la eliminación de toda forma de discriminación contra la mujer, que han sido ratificados por Japón.
Entre los asuntos a revisar por el comité se encuentra la igualdad en el empleo, la discriminación por embarazo y parto, el acoso sexual en el trabajo, o los videojuegos y obras de animación que supongan violencia sexual contra las mujeres. El comité propone un plan de revisión de contenidos por parte de un organismo anexo a la ONU que suponga censurar, modificar o prohibir las obras de este tipo que atenten contra los derechos de la mujer.
La ONU lleva varios años presionando al país asiático para que comience a aplicar controles rigurosos sobre los videojuegos publicados en Japón, algunos de los cuales podrían vulnerar estos derechos. Japón ya viene reaccionando a las propuestas del comité y asegura que ya ha establecido sistemas de calificación independientes para prevenir el contenido sexual explícito, la violencia excesiva o el comportamiento anti social. Este martes únicamente se debate sobre borradores propuestos por CEDAW, de los que se espera se llegue a acuerdos con el gobierno japonés; los resultados de las conversaciones se difundirán públicamente el próximo 7 de marzo.
Japón es uno de los principales creadores de videojuegos del mundo, produciendo obras enmarcadas en gran cantidad de géneros diferentes; uno de ellos son los llamados juegos eroge o juegos hentai, 'novelas visuales' de alto contenido sexual y que en ocasiones han sido retirados de la venta, como el caso de Rapelay, que incluía escenas de violaciones. El organismo de las Naciones Unidas podría estar precisamente apuntando a este tipo de videojuegos, que han creado gran controversia, sobre todo en Occidente, aunque la ONU solo tiene potestad para proponer cambios legales en la legislación de los países, no para imponerlos.
La polémica reside en el hecho de poner cerco o no al contenido de obras de ficción como son estos videojuegos, al igual que sucede con otras artes audiovisuales como el cine. El contenido sexual discriminatorio contra las mujeres no solo se encuentra bajo lupa en Japón, sino en Occidente. Uno de los casos más recordados es el del éxito mundial en ventas Grand Theft Auto V, que fue retirado de varias grandes superficies en Australia hace varios años debido a la presión local a través de Change.org, petición a la que respondieron algunos establecimientos.
En otros países como Rusia, el contenido sexual en los videojuegos también es motivo de debate, llegando al extremo de la prohibición, sobre todo si está relacionado con las relaciones homosexuales, como el caso de Los Sims 4. Recientemente, en 2014, uno de los juegos más aclamados del año en todo el mundo, Dragon Age Inquisition, ni siquiera llegó a estrenarse en la India por su contenido sexual explícito, para no violar las leyes locales de este país.