
Aunque a priori puede parecer una afirmación lógica, son muchos los jugadores necesitaban oír de boca del máximo responsable de la división Xbox, Phil Spencer, que "Xbox One no será la última consola de Microsoft que veremos", tal y como ha comentado a The Verge.
Spencer ha despejado así las dudas sobre la posición de Microsoft en el mercado de los videojuegos, pese a que esta generación se le está haciendo cuesta arriba en comparación al éxito arrollador de PlayStation 4 en el mercado.
En Microsoft saben que quizás no tengan la comunidad más extensa, pero sí una especialmente fiel (sobre todo en EEUU y Reino Unido), que lleva respaldando los dispositivos de la marca desde el lanzamiento de la Xbox original a finales de 2001.
Tras el gran éxito de Xbox 360, que asentó la influencia de Microsoft en el mercado de los videojuegos la pasada generación, el érratico lanzamiento de Xbox One ha enviado al equipo de Phil Spencer varias casillas atrás, lo que parece que no ha hecho que la división deje caer los brazos.
"Nuestros mejores clientes son los poseedores de consolas Xbox, y quiero mantener a esa gente enganchada en Xbox One y cualquier cosa que pudiéramos hacer en el futuro. Estoy al 100% comprometido con eso", ha explicado el ejecutivo.
La estrategia de Microsoft con su actual consola pasa por concentrar sus fuerzas en atraer a los jugadores que ya apostaron por Xbox 360 en el pasado, un nicho de mercado al que la compañía ha dedicado algunos importantes movimientos durante este año, como la retrocompatibilidad. Desde hace menos de un mes, los poseedores de una Xbox One ya pueden comenzar jugar a los juegos de su antecesora, pudiendo desconectarla por fin del salón, aunque todavía la lista de juegos compatibles no es demasiado extensa.
El hecho de que Microsoft afirme que se mantendrá como fabricante en el mercado de hardware de consolas no quiere decir que la sucesora de Xbox One esté precisamente a la vuelta de la esquina. Xbox One se lanzó en el mercado casi simultáneamente con PlayStation 4, en otoño de 2013, pero a día de hoy la duración del ciclo actual de consolas es incierto. Algunas fuentes como Patrick Soderlung, ejecutivo de Electronic Arts, aseguran que esta generación se podría acortar hasta los 5 o 6 años.
Actualmente las ventas totales de Xbox One se encuentran cerca de los 20 millones de consolas, una cifra que se espera no tarde demasiado en alcanzar tras un otoño lleno de lanzamientos exclusivos y novedades, con una consola cuyo software se ha renovado completamente gracias a Windows 10. El catálogo exclusivo de la consola y el lanzamiento de juegos como Halo 5 han logrado auparla como consola más vendida de Estados Unidos en octubre, aunque el liderazgo ha durado poco.