
Ya llevamos a las espaldas casi dos años de recorrido en nueva generación, si empezamos a contar desde el lanzamiento simultáneo de PS4 y Xbox One, o casi tres, si lo hacemos desde la llegada de Wii U.
Los nuevos sistemas y sus catálogos empiezan a madurar; ya existe una base de usuarios bien nutrida como para que las compañías puedan centrarse exclusivamente en desarrollar para estas consolas, lanzando propuestas atractivas que renueven el interés de los jugadores. A priori, junto al concepto de "nueva generación" muchos esperan "nuevas fórmulas" que dejen atrás las mecánicas del pasado, les marquen de alguna forma y les sorprenda, aunque no siempre es así; los jugadores no siempre están preparados para dar el salto.
Esto es lo que piensa Adrien Chmielarz, ex director creativo de Gears of War Judgment, último título de la popular saga de Microsoft y aparecido en Xbox 360 sin muy buenas críticas. People Can Fly, estudio afincado en Polonia y del que Chmielarz es fundador, cogió las riendas de la saga de acción e introdujo varias innovaciones que los jugadores no terminaron de abrazar. El juego no contaba con el carisma de las anteriores entregas y se salía demasiado del "camino marcado", lo que condenó a Judgment a pasar sin pena ni gloria por las estanterías.
Pasados unos años sin noticias de la popular saga de acción, fue en el pasado E3 cuando por fin Microsoft mostró el aspecto de su nueva entrega: Gears of War 4, que si bien dejó satisfecho al público en cuanto al impactante despliegue visual, se extendió la sensación de que jugablemente era bastante conservador. ¿Más de lo mismo? Pese al salto generacional, muchas compañías apuestan por mantener aquello que les viene funcionando con cuidado de no dar saltos demasiado ambiciosos que terminen por desorientar a los jugadores.
Hablando con el medio OXM en una reciente entrevista, Chmielarz ha afirmado que "la gente dice que quiere innovación, pero normalmente lo que de verdad desean es lo mismo, solo con un envoltorio nuevo". El creativo puede estar en lo cierto si pensamos en el caso de recientes estrenos como Batman Arkham Knight; futuros, como Uncharted 4 o en general sagas con títulos anuales, como FIFA, Assassin's Creed o Call of Duty. Todos los años recibimos algunos pocos lanzamientos que consiguen reinventar la manera de trabajar en la industria y hasta de qué manera cogemos el mando, pero lo cierto es que los primeros puestos en las listas de ventas anuales siempre corresponden a los mismos grandes nombres.
Con las gigantescas inversiones que hoy en día tienen que soportar las principales editoras, cada vez prima más minimizar el riesgo en los grandes proyectos, apoyándose en bases y mecánicas reconocibles por los jugadores que añadan al juego elementos familiares. Pero hay algo que no se puede discutir, y es que el éxito a largo plazo, lo que de verdad consigue que los juegos se graben a fuego en la mente de los jugadores es la capacidad de algunos estudios y creativos para alejarse lo suficiente de ese "camino marcado" aportando su propia personalidad en el ADN de cada juego. En definitiva, podría decirse que la fórmula del éxito en los videojuegos tiene mucho que ver con la innovación sostenida.