Los trabajadores y trabajadoras de Ikea han alcanzado un acuerdo con la compañía para la regulación, por un lado, de las condiciones del trabajo en remoto, tras el auge de esta tendencia en pandemia y desde el compromiso de procurar las mejores condiciones y bienestar en su día a día, y por otro, de la desconexión digital, como primera empresa del sector en hacerlo y con el objetivo de reforzar también la conciliación. Ambos acuerdos han sido alcanzados con la mayoría de la representación en el comité intercentros de la empresa y entrarán en vigor el próximo 1 de enero.
En concreto, se regula el derecho de los trabajadores para quienes aplica el teletrabajo -hay que recordar que por la propia actividad de la que se trata los servicios en tienda están sujetos a la presencialidad-, que son en estos momentos los ligados a Atención al Cliente, Venta en Remoto y Oficinas Centrales, a un equipo ergonómico y adecuado al puesto compuesto por una mesa, ordenador, monitor, ratón, alfombrilla, teclado, reposapiés, silla, flexo y el material de oficina, proporcionado por la empresa.
También la compensación de los posibles gastos derivados del trabajo en casa con un aporte extra de 30 euros mensuales, siempre y cuando este haya ocupado al menos un 30% del horario laboral y con la obligatoriedad de disponer de un sistema rúter que asegure la correcta conexión.
Además, este horario se fijará en acuerdos individuales y en todo caso, el teletrabajo es de carácter totalmente voluntario para el empleado. En caso de acogerse a ello, se regulan en el acuerdo tres días de teletrabajo y dos presenciales a la semana, con otras particularidades que aplicarán en temporada de verano -entre el 15 de junio y el 31 de agosto- y cuya distribución se acordará, del mismo modo, de mutuo acuerdo individual. En días de trabajo en casa, se acuerdo el autorregistro de jornada por vía telemática. También la designación de una comisión de seguimiento para garantizar el cumplimiento de dichas condiciones.
En cuanto a la desconexión digital, planteada por primera vez y con carácter pionero en el sector en su acuerdo horario de 2018, Ikea es de nuevo la primera empresa en plasmar sobre el papel y acordar con sindicatos las condiciones concretas de esta con el objetivo de regularla. Conocido y aplicado ya dentro de la compañía que "las personas trabajadoras tienen derecho a no responder a cualquier tipo de comunicación por cualquier canal (correo electrónico, teléfono, WhatsApp, redes sociales, etc.), fuera de su horario de trabajo, salvo causa de fuerza mayor", el nuevo texto acordado va más allá y detalla el compromiso de Ikea de informar a sus equipos directivos de la necesidad de no realizar llamadas telefónicas, envío de correos electrónicos o de mensajería de cualquier tipo fuera del horario de trabajo de la persona trabajadora.
En relación a los grupos de mensajería instantánea (WhatsApp, Telegram…), estos son del todo voluntarios y, si se decide formar parte, se anima a silenciarlos durante las horas fuera del horario laboral o en sus días de descanso.
Con el fin de que todo empleado y empleada conozca esta política se establece también la creación de una guía práctica para una adecuada desconexión digital en un plazo de 3 meses.
"Las personas son nuestro mayor activo y por eso, nos esforzamos por cuidarlas y desarrollamos iniciativas para mejorar su día a día y crear bienestar entre nuestros colaboradores. En un contexto de cambios y necesidades específicas marcadas por el contexto y nuestro propio compromiso por crear un mejor día a día entre nuestra plantilla, tomamos la iniciativa de acordar con nuestras personas las mejores condiciones para que juntos podamos seguir haciendo crecer este negocio y los equipos que lo hacemos posible. Es resultado del consenso, el entendimiento y la unión que tanto caracterizan nuestra política interna", ha destacado Enrique Puig, director de Recursos Humanos de Ikea en España, en el contexto de firma de los acuerdos.