
Este mes cumplió los 30 años, ocupa el puesto 21 de la lista de millonarios de Forbes y controla un dominio superior a los 1.276 millones de internautas. Si habláramos de población, sólo China le superaría. Llevar las riendas de Facebook, WhatsApp, Instagram... lo que potencialmente equivale a disponer de cualquier información personal de la quinta parte del Planeta.
Pero lo más valioso de tanto conocimiento es que podría servirla en bandeja a cualquier marca en busca de su público. No sólo es la máquina perfecta para hacer dinero y, si realmente la información es poder, Mark Zuckerberg es el hombre más poderoso del mundo. Pero no es la precocidad del díscolo alumno de Harvard la que asusta y encandila, sino el camino que aún le queda por recorrer a merced de sus últimos pasos.
En estas tres décadas ha cambiado Dobbs Ferr, la pequeña localidad de apenas 10.000 habitantes del Estado de Nueva York que le vio nacer a él y a sus tres hermanas, por la sede de la compañía en Palo Alto en California. Un viaje de costa a costa con una escala fugaz en la Universidad de Harvard. Ese fue el puente perfecto hacia su revolución en el mundo de la comunicación. Y sí, Zuckerberg también se ha convertido en uno de esos genios que no han necesitado un título universitario para emprender un proyecto y dejar claro que el diploma académico era algo prescindible. O, simplemente, las cosas que tenían por hacer no podían esperar un examen más.
El influyente más joven
Zuckerberg aventaja en 10 años al siguiente millonario más joven en las listas de los más ricos, en este caso el cofundador de Google Sergei Brin. Y no sólo Zuckerberg es el más precoz, sino que también es el que más perspectivas tiene de seguir ganando posiciones en próximas actualizaciones de la codiciada lista. De hecho, en otro ranking en la que se valora la influencia o el poder de cada personaje, el consejero delegado de Facebook aparece en el puesto 24. El día que integre los datos de Facebook, WhatsApp y de cuantas empresas siga adquiriendo, Zuckerberg será el más influyente del planeta.
Según leemos en el informe que la red social ha hecho público con los datos del primer trimestre de este año, el número de personas con perfil abierto en Facebook superaba a esa fecha los 1.276 millones. Esto significa que hay más gente en la red social que habitantes tiene el segundo país más poblado de la Tierra: India, con 1.243 millones. Más de 1.276 millones de usuarios entran en la red social al menos una vez al mes, mientras que 802 millones lo hacen una vez al día. Otro dato relevante que nos invita a adivinar por dónde van los tiros en los movimientos empresariales que pilota Zuckerberg: 1.008 millones de usuarios acceden a la red social a través del smartphone. Si cuatro de cada cinco usuarios de Facebook acceden a su perfil al menos una vez al mes desde un dispositivo móvil, hay otro dato aún más revelador: el 30% de los usuarios sólo entra en esta red social a través del smartphone o la tableta. Desde la óptica empresarial, esto tiene otra lectura posible: cualquier anunciante que esté utilizando Facebook para llegar a su público debe tener muy en cuenta que si sus enlaces no son amigables para el entorno móvil, puede estar tirando a la basura el 30% de esa inversión en publicidad.
Para entender el alcance real o incluso cuánto más podría crecer el dominio o la influencia de Zuckerberg en el mundo, tendríamos que echar un vistazo a las cifras globales de internautas. En estos momentos, 2.784 millones de habitantes en nuestro planeta tienen algún tipo de acceso a la World Wide Web. Lo que es lo mismo: Facebook ha logrado conectar y enganchar al 45,8% de los seres humanos con acceso a Internet.
¿Por dónde crecer?
Digamos que Facebook ya tiene bien controladas varias regiones, en las que ha ido tocando techo. Así, en Norteamérica su crecimiento es apenas perceptible y también Europa es un territorio ampliamente conquistado. Sin embargo, las zonas de influencia en las que aún puede plantear guerra son Asia-Pacífico, Oriente Medio y África. Y Zuckerberg ya tiene un plan en este sentido, enarbolando de paso la bandera humanitaria.
Quienes tuvieron la oportunidad de escucharle en su pasada intervención en el Mobile World Congress de Barcelona, no les sonará extraño el programa Internet.org. Con él, Zuckerberg quiere extender la red de redes a los dos tercios de la población mundial que todavía no está conectada, unos 5.000 millones de personas. "Hoy en día, sólo un tercio de la población mundial tiene acceso a Internet. En la próxima década, tenemos la oportunidad y la responsabilidad de conectar los otros dos tercios", ha señalado el propio Zuckerberg en más de una ocasión.
¿Cuál puede ser el mejor camino para mejorar Facebook y, ya de paso, hacer que estar en la red social sea algo cotidiano, casi imprescindible? Zuckerberg ha ido sellando acuerdos en los últimos meses que agigantan su poder y que avanzan en esa idea de que cada vez pasemos más tiempo en sus dominios. La última compra relevante conocida ha sido la de la aplicación Moves, que registra el ejercicio físico de cada usuario (con 40 millones de descargas registradas hasta el momento de formalizar la operación). Pero antes le tocó el turno al archipopular servicio de mensajería WhatsApp (por 19.000 millones de dólares), el de realidad virtual Oculos VR (otros 2.000 milloncejos del ala) o el maestro del retoque y filtro fotográficos Instagram (1.000 millones). Las cifras entre paréntesis siempre están sujetas a matizaciones, pues Zuckerberg está sabiendo repartir bien esas cantidades pagando una parte en acciones, otra en cash... Además, esos acuerdos suelen cerrarse de forma exprés y con un protocolo en el que priman el espíritu colaborativo y donde la sintonía personal también tiene mucho que decir: después de varios contactos en los que se deja querer, los invita a cenar a casa y en tres días está firmado el acuerdo. Así sucedió por ejemplo sin ir más lejos con Oculos VR.
El mensaje del genio de Facebook no tiene desperdicio: "En la actualidad, las redes sociales se centran principalmente en el hecho de compartir momentos. En la próxima década, la tecnología nos permitirá crear muchas más formas de comunicar y compartir nuevos tipos de experiencias. Estoy convencido de que las redes sociales ayudarán a responder preguntas y a resolver problemas complejos".
Descubre más noticias sobre tecnología en la revista gratuita elEconomistaTecnología