Todo comenzó para echarnos un capote y que nuestros músculos no se entumecieran más de la cuenta, postrados en el sillón bajo medio kilo de helado Ben & Jerry's sabor Cookies on Cookie Dough.

Centros de fitness e instructores de yoga, ante la imposibilidad de continuar sus clases colectivas en los espacios de rigor por las estrictas medidas de seguridad, se pusieron en marcha ofreciendo clases online, vía streaming o directos de Instagram, en un arrebato de conciencia solidaria, lo que más ha ejercitado el ser humano en los últimos meses, no iba a ser solo cuestión de bíceps.

Pero lo que empezó siendo una palmadita en el hombro susurrando un "¡vamos, que lo superaremos!", ha acabado convirtiéndose en una de esas cosas que tanto se prodigan ahora: es momento de reinventarse.

Y en esas estamos, con un futuro incierto a la vista y limitaciones de aperturas y aforos, a corto y medio plazo, que le digan a un adicto al movimiento que pare en seco. No way!.

Pero digan lo que digan, esto tiene ventajas para todos: los expertos no se ven sumidos en los perjuicios económicos que genera un cierre sine die, y los alumnos, por denominarlos de alguna forma, tienen la libertad de elegir entre diferentes disciplinas, el momento del día que más les convenga, sin restricciones de horarios ni emplazamientos.

Es la magia de Internet, puedes seguir en directo las clases de la popular Taryn Toomey en su estudio de Tribeca (Nueva York), la instructora de cabecera de celebrities como Gwyneth Paltrow o Naomi Watts, o volar virtualmente hasta Los Ángeles (California) para seguir el método de 30 minutos de la entrenadora de Jennifer Lawrence, Kit Rich, una de las más seguidas a través de su canal de YouTube por ofrecer un plan rápido que combina cardio, fuerza, pilates e incluso estiramientos finales.

Da igual en qué rincón del mundo nos encontremos, la nueva realidad nos ha hecho aceptar una impracticada alternativa que lejos de parecer algo provisional, está suponiendo la nueva revolución del fitness.

Aunque esto tampoco es nuevo, en octubre de 2018 una de las consultoras de tendencias más reputadas, The Future Laboratory, ya predijo esta nueva ola de At-Home Fitness, con un séquito de nuevos dispositivos diseñados para hacer que el fitness fuera más inmersivo, eficaz y una alternativa nicho para gente ocupada y moderna.

Así surgieron plataformas como The Mirror, un espejo digital que muestra entrenamientos en vivo y bajo demanda, que incluyen cardio, fuerza, yoga, pilates, barre (la nueva modalidad derivada del ballet), boxeo y estiramientos, un elenco variado de sesiones con entrenadores certificados de los mejores estudios del mundo para diseñar rutinas de entrenamiento a medida.

Los más sosegados cuentan con la opción de Gaia, una gran comunidad creada con la intención de expandir la conciencia con una amplia selección de clases de yoga, meditación, vídeos y charlas sobre espiritualidad en varios idiomas.

La consigna que impone toda crisis: adaptarse al cambio. Estudios populares como Numen, en Madrid, ya ha desarrollado su parcela online de vídeos a demanda para continuar con la práctica de yoga guiada en casa en una amplia franja horaria.

Disciplinas más concretas, como el método de Erika Sanz, Booty Shape Movement, también se ha puesto en marcha en modo virtual. Su método, un híbrido entre fitness y baile, está centrado en moldear glúteo y piernas, y ofrece dos opciones de entrenamiento: Dance, que integra coreografía para desarrollar nuestra faceta más artística; y la opción Training, para trabajar de forma más intensiva la musculatura.

Particularmente centrado en el cuerpo de la mujer está Womenfulness®, desarrollado por Lucía Muñoz, un complejo método que integra la práctica hipopresiva, conciencia corporal femenina y meditación, a través de ejercicios posturales que profundizan en la tonificación de abdomen, suelo pélvico, tríceps, glúteos y partes de la musculatura que han perdido tono.

Lucía ofrece sus clases vía Zoom, una de las aplicaciones que más popularidad ha ganado en época de pandemia, de este modo puede corregir en directo y adaptar los movimientos para evitar lesiones y lograr que las sesiones sean más efectivas.

Incluso algo tan impensable como un retiro de bienestar, ya es posible realizarlo de forma virtual.

Mirarte en el espejo es una Travel Experience online que ha sido madurada por las mentes que están detrás del mítico Barquillo Hot Yoga (Madrid), Keila Velón y Rafa Veiga, una aventura pionera que se retransmitirá del 20 al 21 de junio desde un estudio de grabación completamente acondicionado en Madrid, y del 22 al 26 de julio, desde la casa de Nacho Cano en Ibiza, con un panel de contenidos divididos en bloques que van desde los métodos de iniciación al yoga con calor, sesiones de Power Hour para mejorar la práctica y profundizar en las posturas de Bikram, talleres de respiracio?n Pranayama, flexibilidad, life coach, clases de cocina con recetas depurativas o baños de sonido para entrar en estados meditativos.

Lo que parece estar dejando patente la era Covid es que se están forjando nuevos hábitos de salud y bienestar, quién sabe si solo efímeros, es probable que cuando el bloqueo se vaya retirando gradualmente, volvamos en masa a los gimnasios y estudios de yoga para recuperar el vital contacto social tan añorado estos últimos meses, relegando las sesiones de esterilla en el salón a meras anécdotas del pasado.

¿Ha llegado el At-Home Fitness para quedarse? Solo el tiempo lo dirá…

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