Que las celebrities inviertan sus ganancias en negocios ajenos a su universo habitual no es ninguna novedad, pero sí es cierto que nunca hasta estos días se lo habían tomado tan en serio. Algunos, incluso, desde la actriz Katie Holmes al futbolista Gerard Piqué, no dudan en pasar por las reputadas aulas de Harvard para obtener conocimientos específicos de cara rentabilizar al máximo su producto estrella: su propia imagen.

Sin embargo, si hay una inversión común entre un amplio número de famosos –como tiempo atrás lo fueron bares y restaurantes-, esa es la de las bebidas alcohólicas. Desde licores fuertes a vinos exclusivos, de creación propia o con participación en marcas ya establecidas, son numerosos los deportistas, actores y músicos que han incorporado una bebida a su cartera de negocios, y los resultados demuestran que es una jugada inteligente.

Si se hace bien, se trata de un proyecto que no requiere demasiada inversión, y cuyo gancho y promoción, más allá de la calidad del producto, está asegurada por el atractivo popular de su creador. A partir de ahí, si hay algo de suerte, es cuestión de sentarse a ver llegar el dinero.

En muchas ocasiones, es el famosos de turno quien tiene la idea, y en otras es una pequeña compañía la que va en su busca para ponerle nombre propio a su humilde licor y que este pase a ser conocido como "la bebida de…". Y si además de su imagen consiguen convencer a la celebrity para que entre en el accionariado de la empresa, tanto mejor; al final, beneficios para todos.

Así promociona Channing Tatum su vodka (de patata) 'Born and Bred'

A algunos les gusta tanto ese coqueteo comercial que llegan a poner su obra al servicio de la bebida de rigor, como en el caso de los raperos Jay-Z y Sean Combs (Puff Diddy), que mencionan en sus propias canciones sus respectivas marcas de champán y vodka.

Dejando a un lado el vino (también con un gran atractivo inversor para los famosos), la bebida estrella parece ser el tequila: George Clooney (Casamigos), George Strait (1530), Justin Timberlake (Sauza 901), Carlos Santana (Casa Noble), Sean Combs (DeLeon), Vicente Fernández (Los 3 Potrillos) o Adam Levine (Santo Mezquila) son algunos de los artistas que se han decantado por el genuino trago mexicano.

Muy de cerca le sigue el vodka, que tiene en el 'cazafantasmas' Dan Aykroyd uno de sus empresarios más reconocidos gracias al carismático envase –una botella con forma de calavera- de su Crystal Head. El actor Channing Tatum quiso ser más original y junto a un amigo lanzó (Born and Bred) un vodka elaborado a base de patata. Por su parte, tanto Pitbull (Voli Light) como el rapero Sean Combs (Cîroc) han preferido ligarse a marcas ya asentadas adquiriendo parte de sus accionariados y sirviéndoles de embajadores de excepción.

Justin Timberlake y tu tequila 'Sauza 901'

Eso mismo, pero en el campo del whisky, han hecho el futbolista David Beckham, con Haig Club, el artista de rap Drake, con Virginia Black, y el actor Matthew McConaughey, con el bourbon Wild Turkey, aunque en su caso, ha ido más allá del terreno financiero: director creativo de la marca desde 2016, McConaughey acaba de lanzar su propia edición, el Wild Turkey Longbranch.

Pero, más allá de la vanidad de tener bebida propia, ¿les vale la pena a estos personajes complicarse en lanzar su propia bebida? Pues si se lo preguntamos a George Clooney seguro que nos dirá que sí.

Hace ya algunos años, el actor y un par de amigos empresarios andaban de viaje por México y les dio, en una noche aburrida, por catar todos los tequilas disponibles en el bar. Mejores unos que otros, no terminaban de dar con su favorito, así que decidieron crearlo. Ese fue, al parecer, el origen –real o meramente promocional- del tequila Casamigos (con cuyo nombre lanzaron también un mezcal).

George Clooney posee el tequila 'Casamigos'

La bebida que empezó como "el tequila de George Clooney" comenzó a ganar premios en todo el mundo y a inspirar elogios en los críticos más exigentes. Si necesitaba un mayor respaldo, un día la televisiva Oprah Winfrey dijo en antena que este tequila era "el más suave, el mejor".

Casamigos se asentó tanto que cuatro años después de su lanzamiento, en 2017, la multinacional británica Diageo les ponía sobre la mesa a Clooney y sus socios un cheque por valor de mil millones de dólares para quedarse con la compañía (en realidad la venta fue por 700 millones con opción a 300 millones adicionales dependiendo de los beneficios en un periodo pactado). Si tenemos en cuenta que la aventura arrancó con una inversión de 1.800.000 dólares (cada socio puso 600.000), desde luego el negocio resultó un trago de lo más dulce.

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