En Gibraltar, a pocos metros del aeropuerto, y con vistas a su pista de despegue y aterrizaje, se levanta un nuevo complejo de oficinas donde el vidrio y el aluminio son los absolutos protagonistas. Se trata del World Trade Center, un estructura cuyas fachadas tienen una personalidad singular que aporta el muro cortina AA100 de Kawneer, especialista en sistemas arquitectónicos de aluminio.

Un edificio para oficinas

El World Trade Center cuenta con una altura escalonada -ocho plantas en su punto más alto y seis en el más bajo-, una superficie de 15.500 m2 de espacio para oficinas de la más alta calidad, y en torno a 100 plazas de aparcamiento. Las oficinas están ocupadas por firmas multinacionales, por otras de tamaño medio y por funcionarios del gobierno inglés; todas ellas dotadas de un espacio óptimo y amplio.

Las instalaciones del edificio se completan, además, con una amplia área de recepción con pantallas digitales multimedia, una cafetería, un restaurante saludable, un salón de belleza y una imprenta en las plantas baja y entreplanta.

Fachadas dinámicas 

Las fachadas del World Trade Center hacen que el edificio se integre, juegue y converja con en el ambiente que le rodea. La estética de estas superficies lo vuelve dinámico ya que refleja el entorno del edificio, modificando su apariencia en función del ángulo, del clima y de la hora del día. Así, este es un edificio que va cambiando al ritmo y de la mano del transcurso del día, absolutamente simbiótico y camaleónico.

Sam Brudenell, director del proyecto, cuenta que "la idea era la de concebir un edificio que pudiera establecer un diálogo con el espacio urbano circundante; con los aviones que llegan, con el resto de las edificaciones colindantes… en definitiva, con Gibraltar. Queríamos poner el foco y el acento en la superficie del edificio, fue por ello por lo que escogimos elaborar una fachada totalmente acristalada y reflectante, que además plasmara y reflectara el entorno, el cambio, el movimiento, como por ejemplo el transcurso del día".

Un edificio sostenible

Además de por la arquitectura, el proyecto también quiere destacar por su compromiso con la sostenibilidad medioambiental, con un reducido consumo de energía. Sus fachadas de vidrio y aluminio, al tiempo que proporciona luz diurna natural, ofrecen protección eficiente frente a la climatología adversa o extrema, y aseguran la eficiencia energética; se trata de unos acabados externos sostenibles y de bajo mantenimiento. A futuro, debemos tener en cuenta, asimismo, las posibilidades de reciclabilidad y reutilización que nos proporciona el aluminio.

Así nos lo confirma Brudenell; "el diseño de la fachada ha tratado de ser energéticamente muy eficiente, algo que pretende acabar con esa extendida idea de que los edificios con muros cortina son grandes derrochadores de energía. En todo esto, el muro cortina es un elemento constructivo de una alta complejidad técnica que puede llegar a jugar un papel clave en el comportamiento y las prestaciones energéticas del edificio".

Interior contemporáneo 

El vestíbulo es un espacio grande, donde el objetivo era crear un espacio que fuera una suerte de centro de encuentro, más cercano que una recepción, un espacio que facilitara las reuniones informales y la creación de redes interpersonales y, por lo tanto, creara sinergias entre las diversas empresas que ocupan el World Trade Center.

La entrada de luz natural en el espacio es uno de los conceptos básicos en el desarrollo de este proyecto. Para lograrlo, hizo falta introducir un patio abierto en el centro del plan para resolver el problema de la iluminación en las zonas más centrales del inmueble. Un patio interior que, además de la entrada de luz diurna, favorece la ventilación natural a las oficinas.

Además, en el patio se encuentra una fuente rodeada de un oasis de plantas y flores, creándose un espacio verde y un entorno natural para el disfrute de los usuarios del edificio.

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