Maribel Verdú vuelve a la escena teatral con Invencible, del escritor inglés Torben Betts. Una comedia donde una pareja de estatus social y cultural elevado se ve obligada, por la crisis económica, a trasladarse a un barrio más humilde del extrarradio de Madrid. Allí, deciden invitar a sus vecinos a una merienda para conocerlos, pero lo que en un principio parece una declaración de buenas intenciones acaba convirtiéndose en una pesadilla para ambas partes, pero sobre todo para el matrimonio de clase social más baja.

A pesar de ser una comedia con risas aseguradas, el final es bastante dramático. ¿Qué va a ver el espectador en esta obra?

Es una comedia social. Entonces, como en todo lo social hay una realidad que está ahí. Y como en la vida, hay momentos muy divertidos y otros momentos más trágicos. Esto es como una montaña rusa. Incluso hay momentos cómicos en las situaciones más trágicas. Esta es una función que te invita a reflexionar y a debatir una vez que se acaba, con unas cervezas. Y ver con quien te identificas o si conoces a alguien a tu alrededor que sea como uno de los personajes.

Lo que sí que puede avanzarse es que los más perjudicados son el matrimonio de clase social más baja

Al final siempre pierden los mismos. Cuando tienes un nivel económico detrás y una pasta detrás, en este caso el personaje de mi marido que hereda una pasta gansa, pueden volver a vivir en otro sitio y no se quedan en el 'pueblo de mierda', como dicen ellos. Y al final, esto es una historia de una pareja que destroza a otra, literalmente.

Interpretas a un personaje bastante cínico, ¿piensas que el cinismo puede ayudar a ser más feliz?

Yo el cinismo no lo soporto. Eso de si eres cínico eres más feliz, no. Eres más feliz si forma parte de tu carácter ser una persona que busca la felicidad y que la ve en cosas pequeñas, momentos felices. La felicidad te la dan muchas cosas no solo una, pero hay que ser propenso y tener una buena actitud.

En esta ocasión, haces un personaje de clase social alta. Sin embargo, a lo largo de tu carrera casi te has especializado en personajes vulnerables. ¿Cómo te sueles acercar a estos papeles? 

A mi me encantan esos personajes de mujeres vulnerables, que tiene que luchar contra todas las vicisitudes que el mundo les impone. Y además que salen adelante, con fuerza. Pero también he interpretado otros personajes como el de La buena estrella que no puede más con la vida y se la quita. Pero luego, estos personajes vulnerables también son muy heroínas, como en el que interpreté en El laberinto del fauno.

"Yo conozco a mucha gente, pero mucha gente, que el teatro es su plan B. Yo nunca he tenido el teatro como plan B y eso el público lo sabe"

Y ahora, ¿qué tipo de personajes te ofrecen? ¿Cómo los suelen elegir?

Los últimos personajes que me están llegando son personajes como policía, abogado... es decir, duros, fuertes. Afortunadamente soy una mujer a la que le llegan los proyectos y puedo decir: esto me gusta y esto no, y esto lo hago y esto no. Para decidirme por un proyecto me tiene que gustar el guion y la historia, no solo mi personaje. Y también mis compañeros, el director...

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Acabas de cumplir 49 años, una edad en la que en Hollywood las actrices casi se jubilan o por lo menos todas las que no son Meryl Streep. ¿Aquí también pasa?

Aquí también pasa, que no te quepa la menor duda. Sin embargo, yo acabo de cumplir 49 y no paro, y además me están ofreciendo papeles que no hubiera podido hacer con veintitantos: policía, abogada criminalista... Es la suerte de tener 49 años y poder hacer estos papeles porque con 25 no puedes. Lo guay es ir haciendo papeles respecto a tu edad. 

"Yo hago teatro cada tres años porque es lo que más me gusta y para descansar. El teatro es como el tren, sabes a la hora que llegas y a la hora que acabas. Y el resto del día puedo tener un orden"

Habitualmente, los actores y actrices suelen terminar en el teatro porque no encuentran papeles en televisión o cine. En tu

caso, ¿por qué has hecho y haces tanto teatro?

Yo conozco a mucha gente, pero mucha gente, que el teatro lo tiene como su plan 'B'. Yo, en cambio, nunca he tenido el teatro como plan 'B' y eso el público lo sabe. Yo llevo haciendo teatro desde hace siglos y luego voy y me caso con un productor de teatro. 

¿Y es más cansado que el cine? Por ejemplo en esta obra, vas a estar sobre las tablas hasta comienzos de enero.

Para mi es al contrario, yo hago teatro cada tres años porque es lo que más me gusta y para descansar. El teatro es como el tren, sabes a la hora que llegas y a la hora que acabas. Y el resto del día puedo tener un orden, una rutina, puedo quedar para cenar, puedo hacer mis clases de lo que sea. Tienes el día ordenado y bastante libre, en los rodajes estás 14 horas sin parar.

Próximamente, vas a estrenas en Netflix una serie producida por Telemundo. ¿Por qué has tardado tanto en volver a la tele? ¿Qué opinas de estas nuevas plataformas de contenidos audiovisuales?

A mi me encantan. Y si no lo he hecho antes es porque no surgió. De hecho, lo que más me proponen es tele pero no he aceptado hasta que ha llegado el proyecto adecuado. Ahora me están llegando proyectos y personajes guays.

Tu próximo proyecto cinematográfico es la película 'El doble más quince', donde interpretas a una mujer de mediana edad que busca una vía de escape frente a su vida convencional (trabajo, marido e hijos). Tú eres totalmente diferente a este personaje, ¿te ha costado llevar un estilo de vida diferente?

No, porque es la vida que he elegido y he querido. Yo desde que era muy pequeña he tenido claro que no quería llevar una vida convencional. Que no quería casarme, ni tener hijos, ni ir el fin de semana a los centros comerciales, de hacer la vida que quizá he tenido a mi alrededor. Y tú haces o lo que has tenido al lado o todo lo contrario. Y yo he salido de querer hacer todo lo contrario a lo que he vivido. Y cómo me va a costar si es lo que he elegido, me costaría llevar el otro tipo de vida, se me abrirían las carnes.

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