
El problema de la inmersión lingüística catalana decidida por la Generalitat y que ha llevado a decenas de padres a reclamar al Estado para que sus hijos aprendan también en lengua castellana no lo tuvo Artur Mas.
El presidente de la Generalitat estudió en el prestigioso colegio privado Aula, de Barcelona, referente en la educación de grandes figuras de la sociedad, las finanzas y la política en Cataluña.
En este colegio la enseñanza se pluraliza en cuatro idiomas, catalán, castellano, inglés y francés, algo muy distinto de lo que ocurre en los colegios públicos y concertados de Cataluña, donde la inmersión al catalán es total y el castellano solo se utiliza en las dos horas semanales de esta asignatura.
Relata el diario ABC que, mientras Cataluña ha impuesto el idioma catalán como único en la educación pública de los niños residentes en esta región, el propio presidente de la Generalitat eligió para sus hijos una educación bien distinta, en su mismo centro, el Aula de Barcelona.
En esta institución privada, el coste se eleva hasta los 600 euros mensuales. El Estado tiene que compensar el gasto de algunas familias que no han tenido más remedio que matricular a sus hijos en colegios privados para que puedan aprender correctamente el castellano.