
La zona más acomodada de la ciudad de Madrid, el lujoso barrio de El Viso, también encierra sus propios secretos y debilidades. El sexo a la venta no es solo patrimonio de las clases medias, y entre los metros cuadrados de mayor precio de la capital se esconden palacios del placer pagado.
Según relata el diario ABC, es difícil acceder a algunos de estos edificios clásicos que, en realidad, esconden prostíbulos de alto standing, para los clientes adinerados del barrio de El Viso.
Sombras, Five, Geishas, Barbarella o Gola son los nombres de algunos de estos locales escondidos, donde los hábitos distan millas de los desplegados entre las meretrices de la calle Montera.
En estos palacios del sexo de lujo, las chicas son muy educadas y son mostradas a los clientes en ropa interior a modo de desfile. El cliente elige lo que quiere o rechaza la oferta si no le parece adecuada, sin ningún compromiso.
Pasar media hora con alguna de ellas tiene un coste medio de 180 euros; una hora, 300. De esta tarifa, la casa se queda con 60 euros, y otros tantos para el servicio específico de taxis que llevan hasta estos lugares escondidos a los clientes.
En ellos, también es factible encargar botellas de champán, fruta, dulces gourmet y otros servicios.
Las prostitutas son en su mayoría colombianas, rumanas y dominicanas, y solo un 5% son mujeres españolas.
Los clientes pueden llegar a gastar en una noche entre 400 y 500 euros.