Spot es una empresa de Seattle, en el estado de Washington, que se dedica a una tarea un tanto particular: cocinar comestibles a base de marihuana. Moxey, su co-fundador, elabora una serie de productos que permitan a sus consumidores pillar un subidón, pero que no sea demasiado fuerte. Él mismo los prueba para asegurarse de que la dosis sea la correcta.
Solo el 17% de los comestibles están etiquetados para reflejar con precisión con el nivel adecuado de THC -el principio activo de la droga-, según una de investigación de junio de 2015 publicada en la revista Journal of the American Medical Association. Como resultado, muchos consumidores de cannabis no tienen ni idea de lo mucho que están ingiriendo, y se arriesgan a una multitud de efectos desagradables.
Las galletas y los pedazos de brownie de Spot contienen exactamente cinco miligramos de THC, una cantidad que conduce a una sensación alucinógena lo suficientemente suave. "No va a hacerte perder el control", asegura Moxey. "Creo que cinco miligramos es el nivel adecuado."
No es todo depende del "nivel adecuado". Spot lanzó su línea de productos comestibles microdosificados en parte para adherirse a las leyes estatales. El estado de Washington es un estado de microdosis, ya que el límite legal es de 10 miligramos de THC por porción, con un límite de 100 miligramos en un paquete completo. Cada porción debe ser envuelta individualmente, lo que impide que los productores de comestibles vendan un brownie gigante diciendo que tiene 10 porciones dentro.
No todos los estados que han legalizado el uso de la marihuana son tan estrictos. En Colorado, el límite es de 100 miligramos por unidad. En California, que no tiene límite en absoluto, un brownie ligeramente aterrador, con 700 miligramos de la sustancia, está disponible para su compra. Un brownie de este tipo contiene más de 35 veces la cantidad de THC necesaria para sentir un subidón, pero es poco probable que los consumidores del brownie coman solo una 35ava parte del bollo.
A pesar de que el paso a la microdosis fue una necesidad legal, Spot descubrió que estos productos eran perfectos para los clientes novatos. "Nadie se va a volver loco con cinco miligramos," explica Moxey. "Es por eso que estos productos se están vendiendo tan rápido."
Una menta con otros cinco miligramos producida por Moxey fue el comestible más vendido en el estado de Washington en el último trimestre, según los datos revisados ​​por la firma de análisis de cannabis Auricular. "Para los clientes rutinarios, comer una menta de cinco miligramos no da una sensación fuerte en absoluto, pero sí que ayuda al bienestar general y a mejorar el humor", explicó Jess Henson, analista de mercado de Headset. "Más comestibles de baja dosificación seguirán apareciendo según el cannabis atraiga a un público general más grande."
Spot tiene previsto ampliar su cadena a Oregon y, en espera a la legalización del uso recreativo de la droga en un referéndum en las próximas elecciones del 8 de noviembre, a California, donde la empresa teóricamente podría vender productos con dosis más altas. Sin embargo, dado el éxito de los productos microdosificados en Washington, la compañía tiene previsto seguir ofreciendo estas pequeñas picadas en cada nuevo mercado al que entre.
"Hay muchas más personas que no consumen cannabis que las que sí", concluyó Moxey. "Hay que hacer que sea una experiencia lo suficientemente agradable para que los que lo prueben quieran repetir"
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