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Juncker sólo quiere propuestas que tengan impacto en el empleo

En la postrimería de la pasada Comisión Europea, la UE dio un giro copernicano a su manera de solucionar sus problemas. De ofrecer como respuesta automática "más Europa", se buscaba una Europa "grande en las cosas grandes y pequeña en las cosas pequeñas" para salir de la crisis multidimensional que le aflige. El nuevo presidente de la institución, Jean Claude Juncker, se ha propuesto llevar a la práctica esta Europa más inteligente, porque, como dijo ayer en el Parlamento Europeo, "no todos los problemas en Europa son problemas en esencia europeos".

Tras analizar las casi 450 iniciativas legislativas en el armario comunitario, algunas cogiendo polvo desde hace tiempo, el resultado ha sido una agresiva criba para el año que viene. Las medidas pasarán de alrededor de 130 a 23, según anunció el luxemburgués en el pleno de Estrasburgo. "Es hora de limpiar la mesa", ha dicho el vicepresidente de la Comisión, Frans Timmermans, quien ha pilotado la preparación. "Queremos resultados sobre el terreno". Por eso, la mano derecha de Juncker dijo que la Comisión invertirá su tiempo y energía en las iniciativas que tengan "un claro impacto" en la creación de empleo y en el crecimiento.

Priorizar el plan de inversión

La principal prioridad para el año que viene será el paquete de inversión recientemente anunciado por Juncker, y las iniciativas para progresar en la unión energética y digital para potenciar el impacto de este impulso fiscal, así como en la movilidad de los trabajadores en Europa.

Sin embargo, el adelgazamiento de la agenda comunitaria provocó una sonora protesta desde los eurodiputados, en particular entre los socialistas y los liberales, quienes forman parte de la coalición de Juncker para desarrollar este programa. Estos grupos criticaron la falta de transparencia con la que se ha preparado el programa de trabajo, a pesar del diálogo prometido por el luxemburgués, y la arbitrariedad con la que se eliminaron algunas propuestas.

"Tenemos decepción y cierto enfado", ha dicho el socialista Enrique Guerrero. "La confianza entre el Parlamento y la Comisión se ha dañado", por lo que "tendremos que hacer de forma diferente las cosas", ha añadido.

En la rueda de prensa posterior, Timmermans ha reconocido que, para el próximo año, "habrá espacio para más diálogo político". También se ha mostrado"optimista" respecto al apoyo que puedan dar los líderes europeos cuando discutan el paquete de inversión en la cumbre de este jueves y viernes.

Parte destacada en la agenda la ocupará la propuesta que presentará el comisario de Asuntos Económicos, Pierre Moscovici, sobre el intercambio automático de información en los acuerdos fiscales con empresas privadas. Esta iniciativa fue lanzada por Juncker, tras la revelación de las ventajas fiscales dadas a 340 multinacionales.

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