Las reuniones que mantuvimos en Tokio con importantes responsables políticos japoneses coincidieron con la sorprendente medida del Banco de Japón (BoJ) de ampliar su programa de flexibilización cuantitativa y cualitativa. Observamos un "quid pro quo" entre el primer ministro Shinzo Abe, el Banco de Japón y el Ministerio de Finanzas, dado que estos dos últimos organismos están realizando una intensa presión a favor de una segunda subida del IVA en 2015 a cambio de una mayor flexibilización monetaria y la aprobación de un nuevo presupuesto suplementario. Es probable que la diversificación de la cartera del fondo de inversión de pensiones del gobierno tenga un impacto todavía mayor sobre el yen y el mercado bursátil que las actuaciones del BoJ de la pasada semana.
Por Nouriel Roubini y Don Hanna.