El Banco de Japón (BoJ) ofreció un obsequio de Halloween al incrementar las compras de activos de bonos soberanos de Japón (JGB) de 50 billones de yenes a 80 millones de yenes anuales (el 15% del PIB), lo cual hace que se materialice uno de los riesgos al alza señalados en nuestra perspectiva más reciente. La posterior debilidad de la moneda y el impulso que cobrarán las acciones deberían favorecer la confianza, la inversión, la inflación y el consumo, contrarrestando los efectos de la subida del impuesto sobre el consumo del mes de abril y atenuando los temores respecto al crecimiento. Esta medida adoptada por el BoJ refuerza nuestra postura optimista con respecto a los títulos japoneses, aun cuando hayan alcanzado su máximo en siete años ante la persistente preocupación acerca del éxito final de la política económica de Abe.
Por David Nowakowski.