El riesgo político en Italia se ha reducido desde la victoria del Partido Demócrata en las elecciones europeas celebradas en mayo, pero el riesgo económico se ha incrementado. Sólo un fuerte debilitamiento de la moneda (por ejemplo, un tipo de cambio EUR/USD cercano a la paridad) podría permitir una salida relativamente rápida de la recesión, pero se trata de algo improbable a corto plazo.
Por lo tanto, el gobierno probablemente dejará de intentar reducir las relaciones déficit/PIB y deuda/PIB en un futuro inmediato, esperando que la reforma ?radical? del mercado laboral convenza a la UE para que Italia disponga de más tiempo para alcanzar sus objetivos fiscales a medio plazo. Es probable que la Comisión Europea ejerza una supervisión más intrusiva sobre las reformas estructurales italianas.
Por Brunello Rosa y Nouriel Roubini
