Los diferenciales tanto de la deuda exterior como de los CDS (seguros de impago de la deuda) experimentaron una subida esta semana, llegando hasta los niveles registrados en febrero y marzo (con los diferenciales del EMBIG por encima de 1.300 bps) debido a una confluencia de factores: caída de los precios del petróleo, reestructuración del gabinete de gobierno, un dato de inflación interanual del 60% y las especulaciones acerca de un evento de crédito inminente. Venezuela soporta la carga de su desastrosa perspectiva económica y mala calidad crediticia, pero no esperamos un incumplimiento de pagos a corto plazo. La estabilización de los precios del petróleo y el deseo del gobierno de mantener el acceso a los mercados sugiere que los funcionaron encontrarán el modo de salir adelante, al menos este año.
Por Rachel Ziemba