EEUU ha intensificado su implicación militar en Irak al autorizar ataques aéreos selectivos contra los militantes del Estado Islámico (ISIS) en la zona norte con el fin de ayudar a los combatientes de la Permeshga kurda. Creemos que el temor a una interrupción del suministro de petróleo es exagerado, pero mantenemos una postura prudente en lo que respecta al crecimiento del suministro iraquí a largo plazo. Al mismo tiempo, la decisión estadounidense prestar ayuda explícita a los kurdos en su lucha contra el ISIS podría aumentar la división entre el Kurdistán e Irak, de mayoría chií, a pesar de su interés común en la lucha contra la insurgencia. Si bien EE.UU. no ha expresado oficialmente su apoyo a la autonomía del Kurdistán, probablemente estaría más dispuesto a apoyar las aspiraciones kurdas de gestionar independientemente su riqueza petrolífera.
Por Maya Senussi.