El acta de la reunión de julio "sin cambios" del Banco Central de Brasil (BCB) confirma nuestra previsión de que permanecerá a la espera hasta el final de año. Algunos observadores se han fijado en los elementos blandos de la declaración post-reunión del BCB como una señal de próximos recortes del tipo, una opinión sobre la que mantenemos el escepticismo. El panorama de la inflación de Brasil sigue planteando un reto y el tono de la negociación política del BCB este mes sugiere que no hay espacio para una postura monetaria blanda pese a la debilidad de las cifras de la actividad.
Por Joao Pedro Ribeiro.