Las conversaciones mantenidas con importantes responsables del gobierno y del banco central de Hungría nos confirmaron su preferencia por unas políticas de apoyo al crecimiento, entre las que se incluyen la prolongación de la flexibilización monetaria, considerables programas de obras públicas, recortes de los precios de los servicios públicos y nuevos programas de asistencia para los tomadores de préstamos en divisas. Los líderes empresariales emplearon un tono más prudente, resaltando el efecto negativo de una fiscalidad sectorial punitiva, las imposiciones de topes de precio y la persistente amenaza de las nacionalizaciones. Los debates mantenidos subrayaron nuestra antigua opinión de que la confianza del gobierno en medidas paliativas que hacen que el ajuste recaiga sobre ciertos sectores reforzará la actual recuperación cíclica, pero mermará el potencial de crecimiento de Hungría a largo plazo.
Por Nouriel Roubini y Jelena Vukotic.