Las economías de la Eurozona están experimentando una expansión, aunque el ritmo es lento a excepción de en Alemania, y el bloque de la divisa sigue al borde de la deflación. El BCE acaba de anunciar una serie de medidas destinadas a flexibilizar las condiciones financieras, llevando los tipos de interés a territorio negativo e insinuando una flexibilización cuantitativa. No esperamos grandes cambios en los préstamos transfronterizos ni en las trayectorias de crédito de los bancos antes de que acabe 2014, ya que las evaluaciones cautelares suponen una importante limitación a corto plazo. Después de 2014, estas medidas servirán para limitar la contracción del crédito y podrían estimular la expansión del crédito en los lugares en los que la demanda se está recuperando y las dificultades macroeconómicas están remitiendo.
Por Jennifer Kapila.
