Nuestro pronóstico de crecimiento en la Eurozona sigue sin cambios, con una previsión más sombría para Francia en 2014, que compensa el panorama algo mejor de Alemania. La inflación ha continuado débil y sigue descendiendo, como anticipamos. La flexibilización monetaria adicional del BCE debería ayudar a reflotar, por lo menos en parte, la economía y desbloquear el canal bancario pero la flexibilización cuantitativa, que prevemos en otoño, será probablemente necesaria. Creemos que los rendimientos de canje de euros y bunds permanecerán bajos mientras los diferenciales soberanos de la periferia de la eurozona se comprimen, lo que fomentará la actuación del BCE para revertir la fortaleza del euro, produciendo en último término rendimientos en el mercado de capital.
Por Brunello Rosa, William Oman, Jennifer Hsieh, Dayna Goodwin e Ibrahim Gassambe.