La hipótesis de referencia de RGE sigue siendo que la flexibilización no convencional del BCE y el endurecimiento de la Reserva Federal deberían servir para debilitar al euro y revertir paulatinamente la desinflación en la eurozona.
Pero si el euro se fortalece y la desinflación persiste, la historia indica que se incorporará al programa una intervención en el mercado de divisas. Aunque en estos momentos ni siquiera se contempla, la intervención conjunta ya ha tenido lugar con anterioridad, se ajusta al mandato del BCE y, a pesar del cliché del G7/G20, podría recibir el apoyo del Tesoro estadounidense.
Suponiendo que la flexibilización cuantitativa del BCE se retrase hasta otoño y que la flexibilización del crédito tenga lugar a finales de 2014, el deseo de observar los efectos de la flexibilización probablemente hará que la intervención en el mercado de divisas se aplace hasta el segundo trimestre de 2015 o más tarde.
Por David Nowakowski