Depender de un sólo país en materia energética es peligroso y más si en ese país gobierna alguien tan imprevisible como Vladimir Putin. Rusia ya ha dado un ultimátum a Ucrania: comenzará a aplicar restricciones en el suministro de gas el 3 de junio si no paga por adelantado la factura del próximo mes. Una decisión que ha puesto en sobreaviso a la UE. Bruselas realizará en los próximos meses test de estrés que simulen una interrupción del suministro y proponer planes de emergencia ante posibles cortes. España, que no depende del gas ruso, es una buena alternativa para diversificar el abastecimiento del este de Europa. En esta línea se entienden los movimientos de las petroleras españolas de afianzar posiciones en Argelia.