La actividad económica china sigue ralentizándose y podría empeorar si el mercado inmobiliario se derrumba. Eso podría fomentar más medidas incrementales de flexibilización. No obstante, no esperamos un estímulo fiscal considerable ni recortes del tipo de interés, y el crecimiento podría quedar muy por debajo del objetivo del gobierno del 7,5% este año. Nuestro próximo panorama trimestral revisará los pronósticos de crecimiento de 2015 a un 6,5% y anticipamos menos del 6% en 2016. Mantenemos nuestra opinión negativa del índice chino MSCI y creemos que no estará a la altura frente al índice general MSCI de los mercados emergentes.