Existe un consenso cada vez mayor acerca de la firma de un acuerdo con Irán a lo largo de las próximas semanas o meses, ya que las potencias del P5 creen que dicho país ha cumplido con gran parte de los requisitos y a EEUU le preocupa que Rusia pueda alcanzar un acuerdo al margen si el proceso del P5+1 fracasa. Aunque no está claro cuál será el alcance del acuerdo (especialmente en lo que respecta a la retirada de las sanciones), parece que continuarán los incrementos moderados del suministro de petróleo, lo que refuerza nuestra opinión de que el mercado petrolífero mundial se encuentra bien provisto. La economía iraní seguirá mejorando de forma gradual, aunque la política fiscal restrictiva y el exceso de apalancamiento de los bancos apuntan hacia una estabilización, no una aceleración. La capacidad de Irán para atraer inversiones dependerá también de los esfuerzos reformistas de los tecnócratas.
Por Rachel Ziemba.