El panorama de Brasil a corto plazo ha empeorado marginalmente por una inflación acelerándose y un crecimiento insatisfactorio. Pese a las débiles cifras de la actividad, el banco central podría optar por subir más los tipos este año y el próximo, ya que tanto la inflación principal como básica han remontado. En el frente electoral, la presidenta Dilma Rousseff sigue siendo la favorita, aunque con un margen mucho más pequeño, lo que aumenta las probabilidades de que suba al poder un gobierno de oposición. El reciente aumento del BRL (es una de las divisas emergentes de mejor rendimiento este año, con casi un 6% de ganancias) refleja en parte el dominio de la oposición en las últimas encuestas de opinión. Aunque sigue habiendo espacio para más subidas del BRL en la carrerilla de lo que promete ser una carrera presidencial muy ajustada, los factores estructurales siguen apuntando a una lira más débil.
Por Joao Pedro Ribeiro