Los títulos globales y el alto rendimiento rendirán bien según nuestro caso básico, pese al estrechamiento de los diferenciales y demás riesgos en los mercados emergentes. La recuperación de los mercados desarrollados ya está más sincronizada y una amplia liquidez impulsa el alto rendimiento y los títulos globales, aunque las valoraciones son cada vez menos convincentes. Pese a que vemos cómo se estrecha la brecha del crecimiento entre los mercados emergentes y desarrollados, seguimos creyendo que los títulos emergentes sobresaldrán en nuestro caso básico (siempre a partir de una selección prudente de países, por supuesto). La renta fija global está en apuros y los rendimientos de EEUU podrían invertir su subida de principios de año, como ocurrió en 2013. Creemos que el último repunte de las divisas emergentes no parece tener donde agarrarse. La fortaleza del dólar dominará el G10 cuando los rendimientos estadounidenses se eleven por encima de los demás mercados desarrollados, salvo el británico, aunque la debilidad del JPY podría haberse terminado.
Por Christian Menegatti, David Nowakowski y Rachel Ziemba