Los últimos datos confirman que la economía de la eurozona sigue mejorando. Además, los activos de riesgo como las acciones, crédito y letras de estados periféricos continúan reportando ganancias a los inversores. Sin embargo, y aunque parezca ilógico, el peor momento para seguir invertido es cuando los indicadores como los PMI, la confianza de los consumidores y las empresas son altos.
En cuanto las expectativas positivas se trasladan del todo a los precios, la decepción y una vuelta atrás pueden desinflar fácilmente los mercados, como ocurrió cuando las encuestas de confianza de los consumidores y las empresas estuvieron en sus máximos anteriormente -no lejos de los niveles de ahora- en 2007 y también en 2011. No obstante, creemos que el impulso actual de la economía de la eurozona y los mercados tiene más espacio para correr.
Por David Nowakowski
