A pesar de que el pasado 17 de abril se produjeron noticias positivas en el campo diplomático, no ha habido señales de una rebaja de la tensión en el enfrentamiento entre Rusia y Ucrania, por lo que las conclusiones de nuestro reciente análisis del escenario se mantienen invariables. El domingo de pascua se vio empañado por las muertes de entre tres y cinco personas y la retórica hostil de los funcionarios rusos y estadounidenses. La negativa de los separatistas a desarmarse y retirarse de los edificios públicos en el este de Ucrania será considerada como una prueba de que Rusia no controla dichas fuerzas. La situación en el este de Ucrania podría prolongarse un poco más, y Rusia ganará tiempo al embarcarse en un juego diplomático con Occidente, aunque mantenemos que las probabilidades de una incursión militar siguen siendo del 50%.
Por Evghenia Sleptsova, Rachel Ziemba y el equipo de investigación de RGE.
