El primer trimestre ha sido muy ruidoso, con presiones en nuestro sesgo pro-riesgo y pro-cíclico que han puesto en duda nuestra preferencia por los mercados emergentes y otros cíclicos globales. En nuestra opinión, el gran acontecimiento del trimestre ha sido un nuevo enfoque en el valor. En los próximos meses, este cambio de perspectiva supondrá un freno para los títulos estadounidenses y un impulso para los mercados emergentes. Una vez compensadas sus pérdidas, el capital emergente ya está a la par con el S&P 500. Desde una perspectiva técnica y cíclica, los títulos emergentes en realidad parecen más fuertes que los desarrollados, ya que el crecimiento está entrando en una fase expansionista y la situación política sigue siendo favorable. Una valoración barata y los vientos cíclicos favorables permitirán que los títulos emergentes superen a los desarrollados en los doce próximos meses. Esperamos que el S&P 500 se siga negociando dentro del rango durante algún tiempo y acabe el año en 1.930 puntos.
Por Ibrahim Gassambe.