Gracias al impulso de la demanda interior, la economía turca creció un 4,4% interanual en el cuarto trimestre de 2013, por encima de lo esperado, con lo que el crecimiento para todo el año alcanzó el 4,0%. No obstante, en términos desestacionalizados el crecimiento del PIB continuó perdiendo ritmo en el cuarto trimestre, desacelerándose del 0,8% en el tercer trimestre y el 2,0% en el segundo trimestre al 0,5% intertrimestral. Los recientes datos de alta frecuencia (índices PMI, comercio, crecimiento del crédito y confianza de los consumidores) sugieren que ni siquiera será posible que se sostengan estos resultados por debajo del potencial. Seguimos creyendo que la actividad se desacelerará hasta el 1,9% en 2014, una cifra por debajo del consenso, debido a que el endurecimiento de los costes de financiación restringirá el consumo privado, el principal motor de actividad en 2013, y afectará a la frágil recuperación de la inversión.
Por Maya Senussi.