El crecimiento canadiense ha remontado modestamente en los últimos trimestres y va encaminado a ganar más velocidad en 2014 cuando las exportaciones y la inversión empresarial se beneficien de una recuperación más sólida en EEUU. Aun así, reconocemos que alejarse del crecimiento basado en el consumo y la inversión residencial supondrá un desafío y la expansión amplia ha sido inalcanzable hasta ahora. El Banco de Canadá debe equilibrar los objetivos contrapuestos de impulsar las exportaciones y la inversión no residencial mientras contiene un mercado inmobiliario decididamente sobrecalentado. Seguramente mantendrá los tipos en espera y depende en su lugar de medidas macroprudenciales para impedir más efervescencias. Aunque no es nuestro caso base, mantenemos que una corrección brusca de los precios de la vivienda sigue siendo una posibilidad evidente en nuestro horizonte de proyecciones.
Por Jennifer Hsieh e Ibrahim Gassambe.
