El mercado de vivienda francés presenta todos los síntomas de una burbuja: Los precios reales de las casas están cerca de máximos históricos (un 76% por encima de la media 1965-2001), y han crecido hasta niveles desproporcionados respecto a los ingresos y los precios de los alquileres. Pese a esta tendencia, varios factores continuarán manteniendo al mercado de vivienda y limitarán el ritmo y extensión de la caída de los precios: La oferta seguirá siendo relativamente inelástica debido a restricciones significativas a la construcción, y la demanda seguirá estando soportada por la regulación gubernamental, las fuerzas demográficas y una expectativa de incrementos de precios a largo plazo debida a nuevos participantes en el mercado de la vivienda. Y ello a pesar de una lenta caída de dos años en los precios inmobiliarios que bien puede continuar a medio plazo, como predijo RGE a mediados de 2012.
Por William Oman.
