Nuestra opinión estructural acerca de la economía china sigue siendo la misma: el crecimiento impulsado por la deuda y basado en la inversión es insostenible, y es inevitable que se produzca un cambio hacia un modelo de crecimiento que dependa menos del apalancamiento financiero y el aumento de la capacidad y más del consumo privado y la mejora de la productividad. El cambio más importante en nuestras premisas (del que informamos en nuestra reciente perspectiva) es que actualmente creemos que los responsables políticos harán todo lo posible para garantizar que la construcción de inmuebles residenciales continúe superando a la demanda fundamental durante los próximos uno o dos años, con el fin de sostener el crecimiento del PIB. En nuestra hipótesis de referencia, las reformas graduales demoran el abandono del modelo basado en la inversión para defender el límite de crecimiento del PIB del 7%. Es probable que esto provoque tensiones financieras prolongadas, pero no dará lugar a una grave crisis financiera.
Por Adam Wolfe