Esperamos que el BCE mantenga invariables sus principales tipos oficiales en su reunión del próximo 6 de febrero, y que el presidente Mario Draghi adopte un tono moderado en la conferencia de prensa manteniendo la puerta abierta a posibles medidas no convencionales. Las condiciones para una flexibilización identificadas en los comentarios de Draghi de pasado 2 de enero (deterioro de la perspectiva de inflación a medio plazo y un endurecimiento no justificado de las condiciones del mercado monetario) no se han producido, lo que sugiere que el BCE no tomará ninguna medida. Seguimos contemplando que finalmente se introducirá un recorte de 15 puntos básicos en el tipo de referencia (y posiblemente un recorte de 10 a 15 puntos básicos en el tipo de depósito), aunque el calendario para dichas medidas parece menos seguro que antes. Actualmente parece menos probable que se tomen medidas en el primer trimestre, a menos que las previsiones de marzo del BCE muestren un empeoramiento de las perspectivas para la inflación.
Por William Oman.