Ante unos datos deprimentes de la inflación y el fortalecimiento del euro, el BCE ha optado por recortar los tipos refi y de préstamo marginal en 25 puntos en su reunión política del 7 de noviembre, totalmente de acuerdo con nuestro aviso fuera de consenso pero una sorpresa para muchos observadores. Aunque el mercado trata de valorar las probabilidades de una mayor flexibilización a corto plazo, creemos que el BCE podría esperar a las repercusiones de sus últimas medidas antes de considerar otro recorte a principios de 2014. Un tipo negativo de depósitos sólo se usaría para verificar una apreciación considerable del euro (una subida que lo impulse muy por encima de 1,40 dólares) y una flexibilización cuantitativa hecha y derecha sigue siendo una opción meramente nuclear frente a una depresión inminente. La base de nuestra valoración sigue siendo el débil panorama de crecimiento de la Eurozona, junto con las expectativas de inflación baja y los factores estructurales de la apreciación del euro.
Por Christian Odendahl y Brunello Rosa.