Nuestra perspectiva para la economía canadiense ha mejorado sustancialmente desde marzo, debido a la fortaleza del inicio de año, la relajación de las condiciones de financiación y la resistencia del consumo. Sin embargo, alejar a la economía canadiense de su insostenible modelo de crecimiento basado en la vivienda y el consumo supondrá todo un reto, a la vista de la lentitud del crecimiento global. Dudamos que los responsables políticos vayan a lograr diseñar un aterrizaje suave para el sector de la vivienda, en el que se ha creado una burbuja, pero incluso aunque no haya una fuerte corrección de este sector, la enorme carga de la deuda de los consumidores afectará con toda seguridad al crecimiento a corto plazo, lo que compensará parcialmente la posible recuperación de la inversión y las exportaciones. Por consiguiente, mantenemos una posición infraponderada en la renta variable canadiense dentro de los mercados desarrollados, y creemos que no existen muchos motivos para que el Banco de Canadá introduzca una rápida subida de los tipos.
Por Ibrahim Gassambe, Jennifer Hsieh, Rachel Ziemba, Brunello Rosa y Gary Clark.