Tras las elecciones a la cámara alta, el primer ministro japonés Shinzo Abe tiene la posibilidad de realizar avances en su proyecto de política económica, lo cual probablemente tendrá lugar a lo largo las sesiones de otoño y primavera de la Dieta. En cuanto a las reformas estructurales, el gobierno podría adoptar un enfoque más agresivo al crear zonas económicas especiales en Tokio, Osaka y Nagoya, posiblemente flexibilizando las normativas sobre contrataciones, despidos y pago de horas extraordinarias, lo que supone una gran victoria para el sector empresarial. Esperamos que la subida del impuesto sobre el consumo entre en vigor dentro de los plazos previstos (un 3% en abril de 2014 y un 2% en octubre de 2015), lo que en parte explica por qué no creemos que se introduzca un amplio recorte del impuesto de sociedades este año. Japón ha entrado tardíamente en conversaciones sobre el acuerdo de libre comercio de la Alianza Transpacífica, y Abe podría tener que emplear la mayor parte de su capital político en conseguir apoyo a nivel nacional para las polémicas concesiones en lo que respecta a los aranceles agrícolas.
Por Michael Manetta