Mantenemos la opinión, distinta a la del consenso, de que Larry Summers se convertirá en el próximo presidente de la Reserva Federal, basándonos en que atesora una gran experiencia tras haber trabajado en el Tesoro durante la crisis financiera asiática y las múltiples crisis de los mercados emergentes entre 1994 y 2000. Uno de los puntos débiles de Janet Yellen, actual vicepresidenta de la Reserva Federal y principal favorita, es su posición excesivamente moderada en lo que respecta a la política monetaria. En términos de impacto sobre la política monetaria, ambos candidatos se preocupan por el crecimiento dentro de un marco de estabilidad de la inflación mientras exista un lastre fiscal significativo, pero Yellen es más moderada que Summers (más moderada incluso que los miembros moderados del FOMC) en lo que respecta a la agresividad de la política monetaria que se debe emplear para impulsar el crecimiento y el empleo. Summers apoyaría una menor anticipación de la austeridad fiscal como principal herramienta para alcanzar un crecimiento económico más sostenido.
Por Nouriel Roubini