Las ricas reservas de gas y petróleo que posee Birmania, lindante con los boyantes mercados de China e India, son suficientes para hacer de esta atrasada nación la mayor potencia energética del sudeste de Asia.
"Birmania se está embarcando en una nueva fase de desarrollo en el que el sector energético será muy importante", indicó el ministro birmano de Energía, U Zan Htay, durante el Foro Económico Mundial celebrado la esta semana en Naipyidó, capital del país.
Según un informe del Banco Asiático de Desarrollo (BAD), Birmania cuenta con un gran potencial energético en recursos fósiles como carbón, gas o petróleo y también en energías renovables, incluidas la hidroeléctrica, solar, eólica y geotérmica.