El rendimiento de la Eurozona es la suma de las trayectorias divergentes de crecimiento de sus grandes estados miembros (Alemania, Francia, España e Italia), cuyas fortunas económicas dispares reflejan en parte la dinámica de sus respectivos sectores manufactureros. El minúsculo crecimiento de la Eurozona se debe en parte al estancamiento o la contracción de los sectores manufactureros de tres de esas economías, reflejado parcialmente en un sentimiento económico deprimido. La pésima recuperación económica ha producido una desaceleración marcada de la inflación (y nuestros estudios sugieren que el entorno desinflacionario ha venido para quedarse). Hay más espacio para allanamientos alcistas adicionales en varios segmentos de los mercados de renta fija soberana de la Eurozona. Los rendimientos alemanes podrían caer hasta sus mínimos anteriores en la curva. En el espacio crediticio soberano de la Eurozona, las OAT francesas, BTP italianas y obligaciones españolas podrían seguir beneficiándose de la combinación de nueva facilitación monetaria del BCE y la continua búsqueda de rendimiento. Aun así, nos mantenemos precavidos ante esta escalada de los créditos soberanos.
Por Brunello Rosa.