Desde 1934, las pricipales comisiones falleras de la Comunidad Valenciana se dan cita cada año en la 'Cabalgata del Ninot' con el objetivo de que su obra sea indultada y se libre así de las llamas. Pues bien, este año, como en los anteriores, podrá elegir entre 50 compañías de la bolsa española para salvar alguna del fuego.
Los ninots que componen la falla de elEconomista se dividen en dos tipos de valores. Por un lado, aquellas que permanecen en al baúl del olvido, es decir, no tienen seguimiento por parte de ninguna firma de inversión para analizar su evolución en el parqué. Y por otro, aquellas que cuentan con una clara recomendación de venta por parte del consenso de mercado. Debido al gran número de ninots que componen la falla de elEconomista, los lectores pueden rescatar a tres empresas y de momento, quienes se salvan de las llamas son Santander, Banco Popular y BME.
Los tres valores fueron incluidos en la falla económica por la clara recomendación de venta que pesa sobre sus títulos. A pesar de que el sector bancario sigue siendo uno de los más castigados por las firmas de inversión, es cierto que han mejorado bastante sus previsiones con respecto al pasado año y todavía esconden algunas bondades.
En el caso de la entidad presidida por Emilio Botín, aunque ostenta un claro consejo de venta, la media de firmas de inversión que la cubren no ha recortado su precio objetivo, sino que lo ha incrementado en más de un 8%.
Por su parte, la entidad que dirige Ángel Ron es una de las empresas españolas que mejor se comporta en el parqué en lo que va de año, ya que sube más de un 19% lo que se posiciona como el quinto valor del Ibex 35 más alcista.
Por último, el fuerte de BME reside en su dividendo. Se trata del pago más alto en efectivo de la bolsa española. Además, en lo que va de ejercicio también consigue ponerse en positivo con una subida superior al 5%.
Estas 50 empresas se encuentran ya en una Cabalgata del Ninot que durará hasta el viernes. Tres de ellas se salvarán de la quema y le corresponde a usted decididr qué valores, a pesar de no contar con el beneplácito de los expertos, merecen salvarse de las llamas.
