Al analizar el modo en que el crecimiento de otras economías ha convergido (o no) con EEUU desde el año 1970, queda claro que la mayoría de las economías no han experimentado ningún tipo de convergencia. Algunas se han quedado todavía más atrás (Bahréin, Líbano, Jamaica), mientras que otras han reducido en gran medida su distancia con EEUU (Corea del Sur, Hong Kong, Taiwán, Omán, Irlanda) pero en términos generales no ha habido una gran movilidad ni siquiera durante la última década, que resultó muy buena para los mercados emergentes. Los países con unos niveles de PIB per cápita equivalentes al 20-60% del estadounidense en 1970 fueron más propensos a enriquecerse o empobrecerse que aquellos que ya eran ricos (>60%) o pobres (<20%), lo que sugiere que la trampa de la renta media es un fenómeno real. Por último, la convergencia parece producirse en oleadas: la década de 1970 fue positiva para los mercados emergentes, con los países registrando un crecimiento medio del 2,2% frente a EEUU, pero los mercados emergentes se quedaron rezagados en las décadas de 1980 y 1990 antes de recuperar parte del terreno en la década de 2000. Esto probablemente se deba a los ciclos de la deuda a nivel mundial. En la actualidad, los mercados emergentes están registrando sus niveles máximos de entradas de capital, lo que debería favorecer la convergencia durante los próximos años, aunque con casi total seguridad terminará mal para algunos en un futuro.
Por Adam Wolfe.