La parálisis política en Eslovenia, provocada por la salida de tres de los cinco socios de la coalición, ha puesto en entredicho la línea de austeridad del gobierno y la respuesta a sus vulnerabilidades bancarias, lo que ha provocado que S&P rebajase un escalón la calificación crediticia el pasado 12 de febrero. No obstante, la sólida trayectoria institucional de Eslovenia y el claro compromiso de todos los sectores políticos con la estabilidad económica y financiera sugieren que se logrará alcanzar un acuerdo institucional que garantizará la ultimación de un 'banco malo' que se haga cargo de los préstamos morosos. El modelo de análisis cuantitativo por países (QCA) de RGE muestra que, por un lado, las rebajas de las calificaciones desde 2010 han estado justificadas y han coincidido con el punto de vista del QCA acerca de Eslovenia, pero por otro lado las debilidades estructurales de Eslovenia no son tan graves como las de la periferia de le Eurozona, y por lo tanto no deberían suponer un riesgo sistémico a medio plazo.
Por Evghenia Sleptsova.