Tras meses de especulaciones, Hungría regresó el pasado martes a los mercados internacionales de deuda, obteniendo 3.250 millones de dólares con obligaciones de referencia en dólares que ayudarán al gobierno a satisfacer sus importantes necesidades de financiación para este año, incluidos los 5.200 millones de euros de deuda en divisas próxima al vencimiento y amortizaciones de préstamos de la UE y el FMI. El éxito de la financiación en los mercados acabará con todas las esperanzas para la suscripción de un acuerdo de préstamo con el FMI y permitirá al gobierno mantener su rumbo político heterodoxo antes de las elecciones de 2014. El posible levantamiento del procedimiento aplicable en caso de déficit excesivo de la UE podría incrementar todavía más los riesgos políticos en la parte final del año. El gobierno seguirá evitando la introducción de reformas estructurales, necesarias para aumentar el descendente crecimiento potencial del país, y en su lugar optará por soluciones a corto plazo. Asimismo, las elevadas necesidades de financiación externa del país y el aumento del porcentaje de inversores no residenciales en deuda pública hacen que los riesgos vinculados a un posible aumento de la aversión al riesgo a nivel mundial sean mayores.
Por Jelena Vukotic.