El riesgo de cola de una salida griega ha disminuido drásticamente desde que la troika y Alemania han comprendido la importancia sistémica de Grecia en términos de contagio (por lo menos, hasta después de las elecciones federales alemanas en otoño). Evitar la salida de Grecia implica un sentimiento mejorado entre las empresas griegas, actualmente a la espera de ver lo que pasa en 2013. El sentimiento ha mejorado pero el paisaje macro irá a peor antes de mejorar: la implementación de las reformas sigue siendo un interrogante, los escándalos políticos y los disturbios podrían acabar con la coalición mayoritaria, los depósitos privados se elevan/repatrían lentamente pero el panorama de los flujos de entrada, inversión extranjera directa y privatizaciones, fundamental para el crecimiento y la estabilización fiscal, sigue siendo incierto. El aumento del paro y el malestar social suponen riesgos importantes para la estabilidad política y la continuidad de los ajustes y reformas. Va a ser un año crucial. El temor a la salida de la Eurozona podría amainar para siempre y empujar a Grecia hacia un círculo virtuoso o el malestar social y el fracaso en la implantación de las reformas podría resucitar el espectro de la salida.
Por Christian Menegatti.