Las actas de la última reunión del FOMC muestran un amplio apoyo a la realización de nuevas compras de activos, en función de la información recibida. Desde la reunión de agosto se han registrado datos contradictorios: por un lado, las encuestas manufactureras se han debilitado en todos los ámbitos, el consumo ha continuado siendo moderado y la inversión ha presentado una rápida desaceleración. Por otro lado, la media de las últimas solicitudes iniciales de prestaciones por desempleo es menor que en el mes de julio. Seguimos creyendo que estaría justificada una nueva flexibilización en septiembre. No obstante, si ponemos en una balanza el tono de los datos y las posibles preocupaciones de la Reserva Federal sobre la coincidencia con la fecha de celebración de las elecciones, creemos que existen menos probabilidades de que las compras de activos tengan lugar en septiembre que en diciembre. Parece muy probable que en septiembre se amplíe la orientación sobre los tipos de interés de intervención en el futuro, dentro del contexto de las previsiones económicas del FOMC.
Por Prajakta Bhide.