La recesión italiana que se está desarrollando en 2012 se verá potenciada por el desplome de la demanda interior, y las medidas de austeridad anticipadas y la crisis de la Eurozona afectarán gravemente a las perspectivas tanto para la inversión empresarial como para el consumo de los hogares. Las elecciones locales han ilustrado cómo la inestabilidad política en la tercera mayor economía de la Eurozona únicamente se ha alejado temporalmente con la llegada del gobierno de Mario Monti, y podría regresar aún con más fuerza después de las elecciones nacionales que se celebrarán en la primavera de 2013, amenazando con provocar una nueva pérdida de confianza de los mercados. Los multiplicadores precio/valor contable para los bancos italianos son más atractivos que para los bancos españoles, debido sobre todo a que las presiones para un posible ajuste a la baja en el futuro son menores.
Por Mark Willis, Jennifer Kapila, David Nowakowski e Ibrahim Gassambe.